Para mí, en la vida / en el arte, es de vital importancia aprender a ver, el no juzgar sin conocimiento. El entender que podemos ir más allá de lo que aparentemente tenemos enfrente.
El enseñar que la línea eternamente recta no es el único camino. Que el experimentar es la clave. Descubrir, errar, acertar, volver a errar y aprender de cada bache sin miedo a nada.
Siempre se nos ha indicado cómo debemos hacer las cosas y por dónde hemos de caminar. Creo que el arte llegó para dar respiro a la vida. Que su papel va más allá de juzgar si algo es bonito o feo y que, mientras eso no se aprende, no se entiende su esencia.
Recuerdo cuando de pequeña iba a las llamadas «clases de pintura» en las que lo que más parecía importar era el hacer una copia de la imagen que tenías puesta en el caballete, pero por el hecho de que cuanto más parecido quedase, mejor sería su resultado «final». Eso podría llevar a frustaciones y a rechazar pinceladas que quedaban ocultas bajo capas de intentos, para conseguir llegar a la réplica exacta. Obviamente, ello te obligaba a concentrarte en ver, pero la previa explicación ante el lienzo en blanco, no era esa.
Creo que la base en cuanto al mundo del arte está mal planteada y que su ubicación ha sido tergiversada en la enseñanza pasándola a segundos, terceros e inexistentes planos. Considerando su escasa valía. Al menos, esa ha sido siempre mi sensación.
Por ello, cuando he tenido ocasión de impartir clases, tanto en la etapa infantil como en la adulta, me he preocupado en intentar que el interés general creciese de una base en la que los valores del arte no se concentrasen en ver lo subjetivamente «feo» o «bonito» de algo, sino en construir planteamientos e ideas que llevasen a un crecimiento personal, emocional. Y he podido observar, que este entendimiento se hace complicado, muchas veces debido a las ideas inculcadas en nuestra sociedad.
El hecho de ser extra-escolares, me permitió explayarme en el tema sin necesidad de tener que seguir una materia concreta y viendo las inquietudes de cada cual.
Esconder los valores de algo que a muchas personas les da vida, haciendo ver que lo que les llena o les interesa, tiene un valor cuestionable, es de todo menos saludable. Cortar alas, no es el camino. En el arte la mente vuela y así debería reflejarse en la enseñanza.
Dentro de la enseñanza he desarrollado diferentes tipos de actividades.
⋆ Colectivo artístico METT 03.04
Organización de exposiciones, actividades culturales, colaboraciones, proyectos sociales y educativos. Entre ellos, Choiva de Bágoas , al cual le guardo especial cariño.